jueves, 18 de octubre de 2012

EXTREMODURO VUELVEN A CASA

Cáceres, entusiasmada, recibió a Roberto Iniesta, a quien no veían en directo desde 2004. Las 15.000 entradas se vendieron hace casi un mes. Para los cacereños ha pasado mucho tiempo hasta que han vuelto a tener cerca a su particular rey castúo, así en la ciudad se percibía un ambiente especial por la llegada de los embajadores del “rock transgresivo”. El sábado se convirtió en un día especial para muchos extremeños. Les esperaba una gran noche de rock.
Llegaron las diez y con inesperada puntualidad inglesa comenzó el concierto. “A todo el mundo: Buenas noches” fue la bienvenida de Robe a un abarrotado Recinto con más de 15.000 personas dentro y con otros tantos de miles fuera, escuchando tras los muros. Los integrantes del grupo aparecieron tras la proyección de un vídeo, mientras sonaba de fondo el tema inédito llamado “El pájaro azul”, presentado en esta mini-gira. A mitad de la canción apareció Robe enfundado en un peto negro, con camisa roja y  chaqueta blanca. Parece que Robe no sólo ha querido renovar musicalmente al grupo, sino también la estética, cambiando ropajes típicamente extremeños por una vestimenta más moderna. La banda siguió, tras finalizar este primer tema, con "Ama, ama y ensancha el alma”, que esta vez no cerró el concierto como había ocurrido en giras anteriores. Después de este, “No me calientes que me hundo”.
Tras desplegar antes los asistentes una pequeña batería de temas, Robe se sinceró ante la muchedumbre, que enloqueció con las siguientes palabras: “«Bueno, pues ya estoy en casa. Esta semana he estado jodido. El lunes bien, el martes regular, el miércoles hecho una braga, y el jueves lo más sensato hubiera sido suspender. Pero ya se sabe que la sensatez no ha sido nunca mi punto fuerte. Sos queremos».Estaba muy a gusto, ya que continuamente interactuaba con el público, fue un Robe afable y cercano con sus seguidores, muy distante del trato frío e impersonal que ha caracterizado otros conciertos de la mini-gira. Esta vez Robe se ha vuelto a reencontrar con sus raíces, lo vimos especialmente ilusionado. Continuamente hilaba las canciones del repertorio con poesía y palabras cariñosas hacia sus seguidores, se asemejaba por momentos a ese Robe transgresor e irreverente que hacía de sus conciertos un espectáculo escénico y musical.
La banda placentina interpretó temas de su último trabajo tales como: “Mi espíritu imperecedero”, “Si te vas” o “Desarraigo”, tres temas en los que ponen de manifiesto que son uno de los principales grupos referencia del rock español, a pesar de que es notable el cambio musical de este último disco.
El momento culmen de la noche llegó cuando sonaron los primeros acordes de “Dulce Introducción al Caos”, tras este primer tema de La Ley Innata, Robe fue ofreciéndonos seguidamente, uno a uno, todos los movimientos que componen este disco, a modo de ópera. Fue un gran paréntesis dentro de este espectacular concierto, un momento para disfrutar y flotar de guitarras descontroladas, ritmos cambiantes y letras profundas.
El provocador, salvaje y transgresivo rock característico de esta mítica banda tocó el cielo con temas como: “So Payaso”, “Salir”, “Puta” o “La vereda de la puerta de atrás”, con estos la gente parecía entrar en estado de éxtasis y se formaron los primeros corrillos y pogos de la noche. Se echaron en falta temas clásicos de la banda como “Deltoya”, “Papel Secante”, “Golfa” y sobre todo “Extremaydura” (himno no oficial de todos los extremeños).
El bolo concluyó tras cuatro horas de concierto, que contaron con dos descansos de aproximadamente veinte minutos. Extremoduro dio un espectáculo único, basado en una puesta en escena fantástica. Diversos vídeos acompañaban cada una de las canciones.
Robe ha alcanzado la madurez musical, eso se puede apreciar en la limpieza con la ejecuta los temas en directo, además ha dado un cambio de mentalidad que se alcanza con la veteranía, las letras de sus dos últimos discos se han vuelto más filosóficas, un canto a la vida y al amor, desechando ese amor sucio y perro, bien aderezado con diversos tipos de drogas, rasgo característico de sus primeros discos. Se ha vuelto un hombre sensato, meticuloso con su trabajo y sobrio en los escenarios, nada que ver con el bardo anfetamínico que se tambaleaba en la Plaza Mayor de Cáceres en el año 1992.
No cabe lugar a dudas: ningún grupo de rock español ha conseguido tanto éxito sin venderse a los medios. Alucinante la aceptación de esta gira, podemos tratar a Extremoduro como uno de los grupos musicales del momento, llenando pabellones y recintos.


Adapt. MariskalRock.com

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